La terapia con Delia fue una maravilla. Te da un montón de herramientas y te ayuda a aclarar tus ideas y a dejar de darte cabezazos con la vida. Yo cuando fui estaba que no podía más en muchos aspectos de mi vida. Tenía sobrepeso, estaba fatal en el trabajo y había perdido la esperanza de encontrar pareja. Yo le decía que no encontraba a nadie que me interesara, pero cuando empezamos a indagar, me di cuenta de que era todo por mi baja autoestima. Delia me dio muchos ejercicios, también entramos en momentos puntuales de la infancia, pero no es eso de que te sientas, te pones a hablar y te dicen que ya ha pasado la hora. Y lo bueno es que cuando vio que ya estaba mejor, me dio el alta. Ella dice que es importante que yo viva de forma autónoma. Después he vuelto en algún momento puntual, pero considero la terapia con ella un antes y un después en mi vida. Ahora he tenido mi primer hijo y siempre le digo que, de no ser por ella, tal vez no estaría aquí.